La puesta en escena de los Premios Princesa de Asturias: algo hay que cambiar

Mejores Momentos de la Ceremonia de Entrega de los Premios Princesa de Asturias 2015. Fuente: Fundación Príncipe de Asturias en http://www.fpa.es/es/

El pasado viernes 23 de octubre, se  celebró una nueva edición  de la entrega de los Premios  Princesa de Asturias, y la primera edición con nombre de mujer, va siendo hora que cambie la constitución para que el género no marque diferencias.

La ceremonia ha estado bien, a mi juicio larga y algo obsoleta, antigua, sí, bastante antigua porque creo que es hora de combinar la grandiosidad de un teatro, el Campoamor, con su época, siglo XXI, 2015, y con su país, España.  No quisiera que mi post pareciera crítico a una ceremonia que es grandiosa y mediática, pero me gustaría aportar algunas ideas al necesario cambio que empuja un nuevo reinado, el de Felipe VI, con sello de modernidad e innovación, y eso también debe de reflejarse.

Vayamos por partes. El teatro Campoamor es el escenario perfecto, es un espacio escénico donde a cualquier profesional nos encantaría proponer una combinación de tradición y vanguardia, un maridaje entre el clasicismo de la arquitectura y la vanguardia de la puesta en escena, pero vemos un teatro tan azul, tan aterciopelado y con tonos tan turquesas y con brillos que no pueden ocultar las texturas de ese textil agotado por el tiempo.

El escenario majestuoso quizás deba repensarse. Empecemos por lo que más me choca técnicamente, el decorado floral, esa especie de jardín vertical que nada ayuda a la grandiosidad de la ceremonia. La verdad es que me sorprende, porque es de libro, si el centro de atención son los reyes, los príncipes en otras ocasiones, no les pongas detrás, enmarcándolos (que horror) un jardín floral que desvíe la atención y que además resulte visualmente súper forzado sobre el terciopelo de una trasera que está pidiendo a gritos su renovación. No #AsíNo, porque de esta forma las flores no ayudan, no emocionan, no dicen nada, no transmiten, no funcionan… No alegran.

Carlos Fuente , en su tesis doctoral «Protocolo y ceremonial en los Premios Príncipe de Asturias (1981-2010)» y cuya lectura recomiendo, indica que hay tres etapas claras en la escenografía de esta ceremonia:

1981-1987:cambios que no se consolidan.

En las imágenes podemos ver el ca,bio de colores dando protagonismo al azul y amarillo que protagonizan la bandera de Asturias. El escenario está tan abarrotado de reposteros, banderas, sillas, flores y personas que resulta algo afixiante. La mesa de presidencia ocupa todo el fondo.

19831987

1988-1997: buscando una identidad.

En las imágenes podemos ver las ceremonias de 1988 y 1994. El azul y el amarillo cobran fuerza,. El hoy Rey de España habla desde la presidencia, y el atril ladeado ocupa el escenario. La bandera de Asturias comienza atener más protagonismo, Sigue siendo un escenario excesivamente recargado. Lo más importante la supresión de la gran mesa de presidencia que pasa a ser de tres.

º1988 1994

1998-2015: la consolidación y el protagonismo floral.

Fase en la que se encuentra ahora. Tal y como dice Carlos Fuente en artículo «Protocolo para los Premios Princesa de Asturias: mirando al futuro» publicado en su  su blog «apenas se han producido cambios fundamentales (más allá de aligerar de autoridades y personalidades el lado izquierdo de la presidencia e incorporar más cámaras robotizadas escondidas entre flores y telas). Han pasado ya 17 años de la gran transformación que a efectos de protocolo tiene su visualización en la reducción de la presidencia (que de 7/9 personas, se quedó en tres, Príncipe, Presidente del Principado de Asturias en calidad de Vicepresidente de Honor de la Fundación y Presidente ejecutivo de la misma), la incorporación de la alfombra central con el escudo, la reducción del número de banderas, la composición de una nueva caja escénica donde predomina el azul combinado con el amarillo (colores ambos de la bandera de Asturias) y el cambio de reposteros oficiales en la trasera siendo por la frase hoy vigente “Premios Príncipe de Asturias (más el año)”, con el escudo de la Fundación. Decidir si es necesario o no el cambio escénico y protocolario debería ser objeto de debate en el seno de la Fundación».

2006Año 2006. La decoración floral destaca excesivamente. las banderas siguen en la presidencia. Será el último año hasta ahora

613916001285189317Año 2007. Creo que se perdión un poco el rumbo en esta decoración floral que por mucha alegoría a la tierra está sencillamente fuera de lugar

Los cinco científicos galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y TécnicaAño 2008

Sin títuloAño 2009. Predominio de los colores azul y amarillo. La decoración floral es, de sde mi punto de vista, excesiva.

2010La decoración floral no ayuda al escenario. Año 2010

2011Año 2011. La caja escénica está repleta de sillas y personas. La tribuna de prensa, ladeada es desde mi punto de vista excesiva. Habría que buscar otra solución para los medios de comunicación

ceremonia-2012

Protagonismo floral del escenario

De nuevo el protagoniso floral que en mi opinión resta fuerza al escenario. Año 2012 al igual que sucede en las ceremonias de 2013 y 2014 que podemos ver en las imágenes de abajo

2013

Año 2013. Como  vemos el atril se reviste de azul (una tonalidad más de los variopintos azules que adornan el escenario). La composición floral no contribuye a la necesaria armonía cromática para que funcione bien

2014

escenografía de la sala

Ceremonia año 2014 donde el hoy Rey Felipe VI utiliza por primera vez el telepronter.

En las imágenes hemos podido ver la ‘creatividad’ de la decoración floral. Personalmente pienso que las licencias que se toma el decorador no aportan nada a esta grandiosa ceremonia, más bien al contrario porque desvían bastante el foco de atención. No debemos olvidar que la puesta en escena también da un mensaje y este no puede ser localista porque la Ceremonia de Entrega de los Premios Príncipe de Asturias porne a Asturias y a España en centro de interés internacional aunque sea por  un espacio de tiempo corto.

La puesta en escena de este año, el 2015, ha ido en la línea de las anteriores, ni un sólo guiño al nuevo nombre de los galardones más allá del cambio de su denominación. Los colores y la forma redondeada de las flores recargan sobremanera un escenario que está pidioendo a gritos cambios en su concepción. El logo frontal y el tipo de letra tampoco ayuda y quizás haya que ir pensando en introducir algún guiño de innovación y modernidad que sin restar institucionalidad y solemnidad, responda más a los tiempo en que vivimos y a un estilo de mayor vanguardia que esté a la altura de los valores y filosofía que representan los premios.1445588086_253008_1445626064_album_normal

Premios Princesa de asturias 2015

Un Rey que emociona y un escenario que lo aleja de su público

Más cosas, me ha gustado el discurso del Rey, próximo, con mensaje y lleno de humanismo (aunque se puede decir lo mismo en menos tiempo)…. Y me pregunto…. por qué la escenografía de la ceremonia no le sigue? por qué esa presidencia que es foco de atención pero sumamente aburrida, llena de unos formalismos protocolarios que nos retrotraen a otras épocas, que no dice nada y forman una imagen paralizante, sin emociones mediáticas, estática, que impide al Rey y a la que espero veamos pronto, la Princesa de Asturias, que puedan tocar, palpar, abrazar a unos premiados, auténticos protagonistas de la ceremonia y a los que olvida la oficialidad de una puesta de escena centrada en el protocolo institucional. Por no decir más, una presidencia que es centro de atención del ácido y para mí dañino papel couché que centra sus ojos en una reina que ha querido decir aquí estoy yo, con mi estilo, con mi etiqueta y como soy (aprovecho para señalar que vale ya de criticar cómo va la reina, por cierto siempre muy elegante. Basta ya de la ‘casposidad’ de los puristas del protocolo y la etiqueta que piensan que todavía vivimos en la Edad Media o que somos siervos de una iglesia donde las mujeres siguen siendo costillas y no pueden enseñar los hombros….. por Dios, que vivimos en 2015, y saunque no creo en reyes y princesas, ni en modelos de estados que los entronen, ella es marca España y eso lo hace bien).

Hay experto que opinan que no deben parecerse a los Premios Nobel donde hay un contacto más próximo con los premiados. No se trata de copiar, por supuesto, pero por qué descartar algo que funciona bien. Para pensar y para meditar si el papel de los reyes debe ser tan estático, sin movimiento, entronados en una mesa que a veces parece ahogarse entre los azules y el rojo aterciopelizado de esos sillones que no encajan.

Logo, presidencia y flores catapultan a los protagonistas, los premiados

Pero sigamos con el tema que protagoniza este post…, logo, presidencia y flores catapultan a los protagonistas, los premiados, siempre tan ladeados, sin poder ver sus caras y sus emociones y puestos al mismo nivel de autoridades y patronos, pero por favor, que son los protagonistas y que son gente de bien, prohombres y promujeres que destacan por su talento, por su aportación a la humanidad y a los que la escenografía debe dar prioridad, sí…. porque no se pueden entregar unos premios de tanto prestigio sin rendir homenaje a sus protagonistas, los premiados, por eso abogo por despejar de sillas la caja del teatro y que en ella sólo estén premiados y premiadores, protagonistas reales de unos galardones que cada año apuntalan su importancia a nivel internacional.

Carlos Fuente resta importancia a la puesta en escena, ya que en sus palabras, «lo importante es la palabra y los gestos. No en vano, a este evento habría que llamarlo la “Ceremonia de la palabra y el sentimiento”, entre otras cosas, porque su gran impacto e importancia viene por la vía de los discursos, de gran calado social, que allí se pronuncian y por la emoción que genera cada año gracias a los gestos y sentimientos de sus galardonados». Totalmente de acuerdo, pero desde luego una buena puesta en escena enfatiza dichas emociones y transmite mayor coherencia. Abogo por despejar ese escenario e introducir elementos tecnológicos y por supuesto abogo por cambiar la decoración floral.

Much@s pensaréis que esta entrada supera lo políticamente correcto pero es que creo que la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias necesita un apoyo que fortalezca su mensaje y su misión, necesita un apoyo de una puesta en escena que transmita el humanismo y los valores que se premian y focalice su atención en los verdaderos protagonistas, los premiados y eso, en el Campoamor, sí se puede hacer, sólo se trata de pensar y ser valientes, de tener claro que la escena adornada de reposteros o de flores sustitutas y banderas ladealas no es la España que queremos mostrar al mundo.

Creo que el mensaje de Felipe VI debe estar acompañado de una puesta en escena que diga bien alto y claro que Los Premios Princesa de Asturias son de esta época, son de este siglo y son de una España donde brilla el talento y la creatividad. Ojala se pongan las pilas y en el 2016 veamos esa España que a través de la Fundación Princesa de Asturias premia el talento, el esfuerzo, las artes, la genialidad y la historia.

 

 

 

 

 

 

 

Mejores Momentos de la Ceremonia de Entrega de los Premios Princesa de Asturias 2015. Fuente: Fundación Príncipe de Asturias en http://www.fpa.es/es/

El pasado viernes 23 de octubre, se  celebró una nueva edición  de la entrega de los Premios  Princesa de Asturias, y la primera edición con nombre de mujer, va siendo hora que cambie la constitución para que el género no marque diferencias.

La ceremonia ha estado bien, a mi juicio larga y algo obsoleta, antigua, sí, bastante antigua porque creo que es hora de combinar la grandiosidad de un teatro, el Campoamor, con su época, siglo XXI, 2015, y con su país, España.  No quisiera que mi post pareciera crítico a una ceremonia que es grandiosa y mediática, pero me gustaría aportar algunas ideas al necesario cambio que empuja un nuevo reinado, el de Felipe VI, con sello de modernidad e innovación, y eso también debe de reflejarse.

Vayamos por partes. El teatro Campoamor es el escenario perfecto, es un espacio escénico donde a cualquier profesional nos encantaría proponer una combinación de tradición y vanguardia, un maridaje entre el clasicismo de la arquitectura y la vanguardia de la puesta en escena, pero vemos un teatro tan azul, tan aterciopelado y con tonos tan turquesas y con brillos que no pueden ocultar las texturas de ese textil agotado por el tiempo.

El escenario majestuoso quizás deba repensarse. Empecemos por lo que más me choca técnicamente, el decorado floral, esa especie de jardín vertical que nada ayuda a la grandiosidad de la ceremonia. La verdad es que me sorprende, porque es de libro, si el centro de atención son los reyes, los príncipes en otras ocasiones, no les pongas detrás, enmarcándolos (que horror) un jardín floral que desvíe la atención y que además resulte visualmente súper forzado sobre el terciopelo de una trasera que está pidiendo a gritos su renovación. No #AsíNo, porque de esta forma las flores no ayudan, no emocionan, no dicen nada, no transmiten, no funcionan… No alegran.

Carlos Fuente , en su tesis doctoral «Protocolo y ceremonial en los Premios Príncipe de Asturias (1981-2010)» y cuya lectura recomiendo, indica que hay tres etapas claras en la escenografía de esta ceremonia:

1981-1987:cambios que no se consolidan.

En las imágenes podemos ver el ca,bio de colores dando protagonismo al azul y amarillo que protagonizan la bandera de Asturias. El escenario está tan abarrotado de reposteros, banderas, sillas, flores y personas que resulta algo afixiante. La mesa de presidencia ocupa todo el fondo.

19831987

1988-1997: buscando una identidad.

En las imágenes podemos ver las ceremonias de 1988 y 1994. El azul y el amarillo cobran fuerza,. El hoy Rey de España habla desde la presidencia, y el atril ladeado ocupa el escenario. La bandera de Asturias comienza atener más protagonismo, Sigue siendo un escenario excesivamente recargado. Lo más importante la supresión de la gran mesa de presidencia que pasa a ser de tres.

º1988 1994

1998-2015: la consolidación y el protagonismo floral.

Fase en la que se encuentra ahora. Tal y como dice Carlos Fuente en artículo «Protocolo para los Premios Princesa de Asturias: mirando al futuro» publicado en su  su blog «apenas se han producido cambios fundamentales (más allá de aligerar de autoridades y personalidades el lado izquierdo de la presidencia e incorporar más cámaras robotizadas escondidas entre flores y telas). Han pasado ya 17 años de la gran transformación que a efectos de protocolo tiene su visualización en la reducción de la presidencia (que de 7/9 personas, se quedó en tres, Príncipe, Presidente del Principado de Asturias en calidad de Vicepresidente de Honor de la Fundación y Presidente ejecutivo de la misma), la incorporación de la alfombra central con el escudo, la reducción del número de banderas, la composición de una nueva caja escénica donde predomina el azul combinado con el amarillo (colores ambos de la bandera de Asturias) y el cambio de reposteros oficiales en la trasera siendo por la frase hoy vigente “Premios Príncipe de Asturias (más el año)”, con el escudo de la Fundación. Decidir si es necesario o no el cambio escénico y protocolario debería ser objeto de debate en el seno de la Fundación».

2006Año 2006. La decoración floral destaca excesivamente. las banderas siguen en la presidencia. Será el último año hasta ahora

613916001285189317Año 2007. Creo que se perdión un poco el rumbo en esta decoración floral que por mucha alegoría a la tierra está sencillamente fuera de lugar

Los cinco científicos galardonados con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y TécnicaAño 2008

Sin títuloAño 2009. Predominio de los colores azul y amarillo. La decoración floral es, de sde mi punto de vista, excesiva.

2010La decoración floral no ayuda al escenario. Año 2010

2011Año 2011. La caja escénica está repleta de sillas y personas. La tribuna de prensa, ladeada es desde mi punto de vista excesiva. Habría que buscar otra solución para los medios de comunicación

ceremonia-2012

Protagonismo floral del escenario

De nuevo el protagoniso floral que en mi opinión resta fuerza al escenario. Año 2012 al igual que sucede en las ceremonias de 2013 y 2014 que podemos ver en las imágenes de abajo

2013

Año 2013. Como  vemos el atril se reviste de azul (una tonalidad más de los variopintos azules que adornan el escenario). La composición floral no contribuye a la necesaria armonía cromática para que funcione bien

2014

escenografía de la sala

Ceremonia año 2014 donde el hoy Rey Felipe VI utiliza por primera vez el telepronter.

En las imágenes hemos podido ver la ‘creatividad’ de la decoración floral. Personalmente pienso que las licencias que se toma el decorador no aportan nada a esta grandiosa ceremonia, más bien al contrario porque desvían bastante el foco de atención. No debemos olvidar que la puesta en escena también da un mensaje y este no puede ser localista porque la Ceremonia de Entrega de los Premios Príncipe de Asturias porne a Asturias y a España en centro de interés internacional aunque sea por  un espacio de tiempo corto.

La puesta en escena de este año, el 2015, ha ido en la línea de las anteriores, ni un sólo guiño al nuevo nombre de los galardones más allá del cambio de su denominación. Los colores y la forma redondeada de las flores recargan sobremanera un escenario que está pidioendo a gritos cambios en su concepción. El logo frontal y el tipo de letra tampoco ayuda y quizás haya que ir pensando en introducir algún guiño de innovación y modernidad que sin restar institucionalidad y solemnidad, responda más a los tiempo en que vivimos y a un estilo de mayor vanguardia que esté a la altura de los valores y filosofía que representan los premios.1445588086_253008_1445626064_album_normal

Premios Princesa de asturias 2015

Un Rey que emociona y un escenario que lo aleja de su público

Más cosas, me ha gustado el discurso del Rey, próximo, con mensaje y lleno de humanismo (aunque se puede decir lo mismo en menos tiempo)…. Y me pregunto…. por qué la escenografía de la ceremonia no le sigue? por qué esa presidencia que es foco de atención pero sumamente aburrida, llena de unos formalismos protocolarios que nos retrotraen a otras épocas, que no dice nada y forman una imagen paralizante, sin emociones mediáticas, estática, que impide al Rey y a la que espero veamos pronto, la Princesa de Asturias, que puedan tocar, palpar, abrazar a unos premiados, auténticos protagonistas de la ceremonia y a los que olvida la oficialidad de una puesta de escena centrada en el protocolo institucional. Por no decir más, una presidencia que es centro de atención del ácido y para mí dañino papel couché que centra sus ojos en una reina que ha querido decir aquí estoy yo, con mi estilo, con mi etiqueta y como soy (aprovecho para señalar que vale ya de criticar cómo va la reina, por cierto siempre muy elegante. Basta ya de la ‘casposidad’ de los puristas del protocolo y la etiqueta que piensan que todavía vivimos en la Edad Media o que somos siervos de una iglesia donde las mujeres siguen siendo costillas y no pueden enseñar los hombros….. por Dios, que vivimos en 2015, y saunque no creo en reyes y princesas, ni en modelos de estados que los entronen, ella es marca España y eso lo hace bien).

Hay experto que opinan que no deben parecerse a los Premios Nobel donde hay un contacto más próximo con los premiados. No se trata de copiar, por supuesto, pero por qué descartar algo que funciona bien. Para pensar y para meditar si el papel de los reyes debe ser tan estático, sin movimiento, entronados en una mesa que a veces parece ahogarse entre los azules y el rojo aterciopelizado de esos sillones que no encajan.

Logo, presidencia y flores catapultan a los protagonistas, los premiados

Pero sigamos con el tema que protagoniza este post…, logo, presidencia y flores catapultan a los protagonistas, los premiados, siempre tan ladeados, sin poder ver sus caras y sus emociones y puestos al mismo nivel de autoridades y patronos, pero por favor, que son los protagonistas y que son gente de bien, prohombres y promujeres que destacan por su talento, por su aportación a la humanidad y a los que la escenografía debe dar prioridad, sí…. porque no se pueden entregar unos premios de tanto prestigio sin rendir homenaje a sus protagonistas, los premiados, por eso abogo por despejar de sillas la caja del teatro y que en ella sólo estén premiados y premiadores, protagonistas reales de unos galardones que cada año apuntalan su importancia a nivel internacional.

Carlos Fuente resta importancia a la puesta en escena, ya que en sus palabras, «lo importante es la palabra y los gestos. No en vano, a este evento habría que llamarlo la “Ceremonia de la palabra y el sentimiento”, entre otras cosas, porque su gran impacto e importancia viene por la vía de los discursos, de gran calado social, que allí se pronuncian y por la emoción que genera cada año gracias a los gestos y sentimientos de sus galardonados». Totalmente de acuerdo, pero desde luego una buena puesta en escena enfatiza dichas emociones y transmite mayor coherencia. Abogo por despejar ese escenario e introducir elementos tecnológicos y por supuesto abogo por cambiar la decoración floral.

Much@s pensaréis que esta entrada supera lo políticamente correcto pero es que creo que la ceremonia de entrega de los Premios Princesa de Asturias necesita un apoyo que fortalezca su mensaje y su misión, necesita un apoyo de una puesta en escena que transmita el humanismo y los valores que se premian y focalice su atención en los verdaderos protagonistas, los premiados y eso, en el Campoamor, sí se puede hacer, sólo se trata de pensar y ser valientes, de tener claro que la escena adornada de reposteros o de flores sustitutas y banderas ladealas no es la España que queremos mostrar al mundo.

Creo que el mensaje de Felipe VI debe estar acompañado de una puesta en escena que diga bien alto y claro que Los Premios Princesa de Asturias son de esta época, son de este siglo y son de una España donde brilla el talento y la creatividad. Ojala se pongan las pilas y en el 2016 veamos esa España que a través de la Fundación Princesa de Asturias premia el talento, el esfuerzo, las artes, la genialidad y la historia.

 

 

 

 

 

 

 

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