Una escenografía moderna ha protagonizado en el primer gran debate televisivo de la campaña electoral para las elecciones que se celebrarán el 28 de abril, para elegir el nuevo gobierno de España.
RTVE ha adecuado su plató más grande y mítico, el Estudio 1 de Prado del Rey, de más de 1000 metros cuadrados, con una escenografía pensada para no favorecer a ninguno de los seis candidatos y un decorado muy atractivo, con una gran pantalla de fondo, donde una proyección animada en constante movimiento ha contribuido a darle mayor dinamismo a las intervenciones de los participantes, más ocupados en insultarse y polemizar de forma ‘bronca’, que en dialogar y presentarnos sus propuestas, pero eso es ‘harina de otro cantar’.
Una escenografía protagonizada por un gran escenario en círculo, con iluminación led y atriles blancos, ha dado mayor amplitud al plató, permitiendo en los planos cortos que todos los candidatos tuvieran las mismas posibilidades de transmitir sus mensajes, con independencia de la posición que ocupaban. Sin embargo, la vestimenta elegida por cada uno, ‘empastaba’ de forma diferente con la magnífica trasera audiovisual del estudio, al igual que con la realización multi pantalla pensada para recoger el más mínimo gesto de los participantes ante los comentarios e intervenciones de sus oponentes.

RTVE llevó a cabo una realización multipantalla para no perder ningún detalle de las reacciones de los participantes en #Debate28A
Una vestimenta que no combinó con la escenografía del plató de RTVE

Imegen de los participantes en el #Debate28A y su vestimenta. De izquierda a derecha: Irene Montero (Unidas Podemos), Aitor Esteban (PNV), Maria Jesús Montero (PSOE), Cayetana Álvarez de Toledo(PP), Inés Arrimadas (Ciudadanos) y Gabriel Rufian (ERC), poco antes del debate electoral en TVE. JAVIER LIZÓN EFE
Quizás habría que explicar a los políticos la importancia del color en una campaña electoral, en las puestas en escena, pero también en la vestimenta, porque no olvidemos que los colores se asocian en el cerebro de los votantes con los colores de los partidos políticos y de sus candidatos. Por eso no he entendido muy bien el color rosa de Inés Arrimada (Ciudadanos), más cercano a la imagen de muñequitas muy populares que a una de las líderes de Ciudadanos, o el excesivo atuendo rojo de la Ministra de Trabajo, que tan mal combinaba con los colores del plató, porque una cosa es dar un guiño en tu vestimenta al color de tu partido (en este caso el PSOE) y otra, contaminar el escenario y tu persona con dicho color.
Es una pena que Unidas Podemos siempre arrastre el arquetipo de progresía en la vestimenta de sus candidatos, porque aunque es entendible que con ello quieran dar un mensaje de ‘gente normal’ en mi opinión deben reflexionar sobre la importancia de una imagen institucional para generar confianza y aspirar de verdad a gobernar un país, y con ello no me refiero a que vistan de Armani o con trajes encorsetados, pero me disgusta que piensen que la gente normal siempre vamos descamisados, con legings y botines.
Cayetana Álvarez de Toledo (Partido Popular) optó por un atuendo austero, probablemente para dar mayor énfasis a su discurso, pero desgraciadamente, a veces, cuando no verbal se expresa con libertad, inmediatamente sabes lo que es, y lo que no es verdad.
Aitor Esteban (PNV), fiel a la imagen de un partido que lleva años siendo decisivo en las coaliciones y pactos para sacar un gobierno adelante, eligió un atuendo neutro y muy institucional, quizás con falta de plancha, pero muy adecuado a la opción política que representa, aunque se ‘empastaba’ en algunos planos con la trasera del plató. Finalmente, el representante de ERC optó por una imagen algo más seria de lo que nos tiene acostumbrado, con sus guiños panfletarios en la solapa de la chaqueta, pero no puedo criticar que no fuera acertada, porque no estoy hablando de ideologías, sencillamente hablo de la importancia de la puesta en escena de un debate que debe convencer a multitud de indecisos sobre la opción política a elegir.
Comparto la afirmación del consultor político Gaby Otazo, cuando indica que “Hay que darle color a la campaña, pero también hay que darle color al mensaje”, no lo olvidemos
El debate no me ha gustado porque creo que sus participantes no han estado a la altura, unos más que otros, pero he de reconocer que RTVE ha dado un giro muy positivo con esta escenografía adecuada a los tiempos, y donde el logotipo de RTVE ha estado siempre presente proyectada como referencia informativa de la cadena pública.
Una escenografía moderna ha protagonizado en el primer gran debate televisivo de la campaña electoral para las elecciones que se celebrarán el 28 de abril, para elegir el nuevo gobierno de España.
RTVE ha adecuado su plató más grande y mítico, el Estudio 1 de Prado del Rey, de más de 1000 metros cuadrados, con una escenografía pensada para no favorecer a ninguno de los seis candidatos y un decorado muy atractivo, con una gran pantalla de fondo, donde una proyección animada en constante movimiento ha contribuido a darle mayor dinamismo a las intervenciones de los participantes, más ocupados en insultarse y polemizar de forma ‘bronca’, que en dialogar y presentarnos sus propuestas, pero eso es ‘harina de otro cantar’.
Una escenografía protagonizada por un gran escenario en círculo, con iluminación led y atriles blancos, ha dado mayor amplitud al plató, permitiendo en los planos cortos que todos los candidatos tuvieran las mismas posibilidades de transmitir sus mensajes, con independencia de la posición que ocupaban. Sin embargo, la vestimenta elegida por cada uno, ‘empastaba’ de forma diferente con la magnífica trasera audiovisual del estudio, al igual que con la realización multi pantalla pensada para recoger el más mínimo gesto de los participantes ante los comentarios e intervenciones de sus oponentes.

RTVE llevó a cabo una realización multipantalla para no perder ningún detalle de las reacciones de los participantes en #Debate28A
Una vestimenta que no combinó con la escenografía del plató de RTVE

Imegen de los participantes en el #Debate28A y su vestimenta. De izquierda a derecha: Irene Montero (Unidas Podemos), Aitor Esteban (PNV), Maria Jesús Montero (PSOE), Cayetana Álvarez de Toledo(PP), Inés Arrimadas (Ciudadanos) y Gabriel Rufian (ERC), poco antes del debate electoral en TVE. JAVIER LIZÓN EFE
Quizás habría que explicar a los políticos la importancia del color en una campaña electoral, en las puestas en escena, pero también en la vestimenta, porque no olvidemos que los colores se asocian en el cerebro de los votantes con los colores de los partidos políticos y de sus candidatos. Por eso no he entendido muy bien el color rosa de Inés Arrimada (Ciudadanos), más cercano a la imagen de muñequitas muy populares que a una de las líderes de Ciudadanos, o el excesivo atuendo rojo de la Ministra de Trabajo, que tan mal combinaba con los colores del plató, porque una cosa es dar un guiño en tu vestimenta al color de tu partido (en este caso el PSOE) y otra, contaminar el escenario y tu persona con dicho color.
Es una pena que Unidas Podemos siempre arrastre el arquetipo de progresía en la vestimenta de sus candidatos, porque aunque es entendible que con ello quieran dar un mensaje de ‘gente normal’ en mi opinión deben reflexionar sobre la importancia de una imagen institucional para generar confianza y aspirar de verdad a gobernar un país, y con ello no me refiero a que vistan de Armani o con trajes encorsetados, pero me disgusta que piensen que la gente normal siempre vamos descamisados, con legings y botines.
Cayetana Álvarez de Toledo (Partido Popular) optó por un atuendo austero, probablemente para dar mayor énfasis a su discurso, pero desgraciadamente, a veces, cuando no verbal se expresa con libertad, inmediatamente sabes lo que es, y lo que no es verdad.
Aitor Esteban (PNV), fiel a la imagen de un partido que lleva años siendo decisivo en las coaliciones y pactos para sacar un gobierno adelante, eligió un atuendo neutro y muy institucional, quizás con falta de plancha, pero muy adecuado a la opción política que representa, aunque se ‘empastaba’ en algunos planos con la trasera del plató. Finalmente, el representante de ERC optó por una imagen algo más seria de lo que nos tiene acostumbrado, con sus guiños panfletarios en la solapa de la chaqueta, pero no puedo criticar que no fuera acertada, porque no estoy hablando de ideologías, sencillamente hablo de la importancia de la puesta en escena de un debate que debe convencer a multitud de indecisos sobre la opción política a elegir.
Comparto la afirmación del consultor político Gaby Otazo, cuando indica que “Hay que darle color a la campaña, pero también hay que darle color al mensaje”, no lo olvidemos
El debate no me ha gustado porque creo que sus participantes no han estado a la altura, unos más que otros, pero he de reconocer que RTVE ha dado un giro muy positivo con esta escenografía adecuada a los tiempos, y donde el logotipo de RTVE ha estado siempre presente proyectada como referencia informativa de la cadena pública.
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